La evolución de la fertilización in vitro

marzo 7, 2017

Uno de los grandes logros de la medicina del siglo XX y que ha traído resultados muy positivos para miles de parejas alrededor del mundo es la fertilización in vitro que es el procedimiento de fecundar un óvulo en un tubo de ensayo para que una vez que haya un embrión de ocho células se coloque dentro del útero de la madre, para que se pueda desarrollar y convertir en un feto y finalmente en un bebé.

Como ya mencionamos este tipo de fertilización asistida ha sido motivo de numerosos casos de éxito a lo largo de la historia, tan solo en el año 2013 se estimó que alrededor del planeta 5 millones de personas han nacido a través de este revolucionario método.  A continuación presentamos una breve recopilación del proceso de evolución que la fertilización in vitro ha vivido, para tener más claridad en su importancia y valía. Debemos tener claro que este tratamiento es relativamente reciente.

En 1978 nació Louise Brown, la primera “bebé de probeta” del mundo, como la llamó la prensa, pues fue concebida a través de una fertilización in vitro, fue tan importante su llegada y marcó un hito tan significativo en la historia de la medicina que inclusive fue filmado y documentado. En ese momento el procedimiento era totalmente experimental, al grado de que el Dr. Mike Macnamee, director de la primera clínica de fertilidad del mundo en Cambridge, dijo en su momento que el nacimiento de Louise fue un “verdadero milagro” pues las posibilidades de éxito eran muy reducidas.

Las dos mentes brillantes que son llamados los pioneros de este tratamiento son el ginecólogo Patrick Steptoe y el Nobel de Medicina, el Dr. Robert Edwards. Ellos explican que realizaron cientos de transferencias de embriones al útero de la madre antes de lograr que Louise se formara como feto y posteriormente naciera. Fue una suerte que las habilidades de ambos se unieran, pues Edwards había logrado desarrollar el método para fertilizar óvulos humanos de una manera asistida y Steptoe logró retirar óvulos de los ovarios. La madre de Louise fue advertida al iniciar el tratamiento experimental que la probabilidad de quedar embarazada era de “una en un millón”, sin embargo la gestación se logró satisfactoriamente.

Cuando inesperadamente se logró el embarazo y el parto se acercaba, era tanta la expectación médica y significaba tal innovación que el gobierno pidió que se filmara el alumbramiento para tener certificación de que realmente la bebé estaba naciendo de su madre. Inclusive cuenta la historia que antes de que la madre pudiera cargar a su recién nacida bebé, la pequeña Louise fue sometida a 60 pruebas físicas para asegurar que fuera un ser humano “normal”.

Con este logro, Edwards y Septoe resolvieron cómo fertilizar el óvulo, sin embargo restringieron el número de embriones que transferían al útero y de esta manera eliminaron la posibilidad de nacimientos múltiples. Evidentemente siguieron trabajando en la investigación y perfeccionando la técnica. Naturalmente estos métodos fueron modernizándose y mejorando poco a poco, sobre todo gracias al trabajo de la clínica de Cambridge durante la década de los 80´s, pues perfeccionaron técnicas y metodologías para sentar las bases de la exitosa fertilización in vitro que se practica en todo el mundo.

A mediados los años ochenta hubo avances significativos en el desarrollo de técnicas y procesos, uno de ellos fue el congelamiento de embriones, lo que significó que una vez transferidos a la madre, los embriones restantes podrían congelarse y guardarse para el futuro, y de esta manera se evitaría el incómodo proceso de volver a sacarlos. Otra innovación fue el uso de imágenes de ultrasonido para recolectar óvulos utilizando una menor cantidad de anestesia, ya que anteriormente se hacía esta recolección a través de laparoscopia (cirugía poco invasiva que consistía en una pequeña abertura).

Las técnicas que se han desarrollado en las últimas dos décadas también atacaron problemas de infertilidad masculina al inyectar un único espermatozoide en el óvulo. Estos avances, así como otros pasos que se han ido dando con el paso de los años han hecho que hoy por hoy la taza de éxito de cada serie de fertilización in vitro sea del 40% lo que significa una gran esperanza para las parejas que tienen problemas de infertilidad.

Se sabe que la edad de la mujer juega un papel importante en el tema de la fecundación, sin embargo la fertilización asistida es incluso más efectiva que la reproducción natural. Los expertos creen que el porcentaje de éxito de la fertilización in vitro va a ir aumentando con el paso de los años y esperan llegar pronto a un éxito del 60%. Actualmente las investigaciones apuntan a distintas áreas, por ejemplo en conocer la manera en que lo embriones se desarrollan e interactuan con el revestimiento del útero una vez implantados.

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